Feliz Navidad 2015



Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; le ponen en el hombro el distintivo de rey, y proclaman su nombre: “Consejero admirable, Dios fuerte, Padre que no muere, príncipe de la Paz”  (Iz 9, 5)

Feliz Navidad, porque nace el Salvador, porque con la llegada de ese niño, el hombre abandona la oscuridad; Feliz Navidad porque somos conscientes de la Gracia concedida y la responsabilidad que conlleva, y mil veces cantamos un alto y claro Feliz Navidad, porque la luz que de la alegría del nacimiento del Señor desprenden los corazones, irrita y de nuevo vence a la Bestia.

“Jesús nace para la humanidad que busca libertad y paz; nace para todo hombre oprimido por el pecado, necesitado de salvación y sediento de esperanza”  (San Juan Pablo II)

La Natividad de Dios, hoy ha de ser de nuevo interpretada como el don de la libertad que solo el Señor concede. Así, ha de ser tiempo de alegría y esperanza, pero por encima de todo de meditación. Las semejanzas del hombre de hoy, nacido de los llamados ideales ilustrados, con el hombre anterior a la llegada del Salvador hace ya más de dos milenios son tan evidentes, que por ahí debemos empezar a meditar. ¿Qué vida estamos llevando? ¿Seguimos el Camino que el Señor nos marcó?

“¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes son como sepulcros bien pintados, que se ven maravillosos, pero que por dentro están llenos de huesos y de toda clase de podredumbre. Ustedes también aparentan como que fueran personas muy correctas, pero en su interior están llenos de falsedad y de maldad”  (Mt 23, 27-28)

Mundo podrido, almas perdidas.. Y es que es imposible ser verdadero cristiano y al tiempo no condenar un mundo asentado desde hace décadas en la perversión moral, ética, política y social. Y esto ocurre no solo con el consentimiento de muchos de los llamados católicos, sino que se refuerza en el apoyo –ya sea por cobardía, tibieza o falta de fe- de muchos de ellos. En un humilde y verdadero análisis de conciencia, ¿no podemos llegar a entender que todos aquellos que consideramos -y así se manifiestan- enemigos de Dios, no son acaso en su mayoría pobres diablos ignorantes y por ende gentes desnortadas?, y asimismo, ¿que muchos de los proclamados católicos no son en verdad los más firmes heraldos de la Bestia, al aceptar el llamado, “mal menor” como forma y ejemplo de vida?

“En verdad te digo que nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo desde arriba”. Nicodemo le dijo: ¿Cómo renacerá el hombre ya viejo? Quién volverá al vientre de su madre para nacer otra vez?” Jesús le contestó: “En verdad te digo: El que no renace del agua y del espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu”.  (Jn 3, 4-6)

Ejemplaridad, compromiso, caridad, comprensión, educación, sabiduría, humildad y lealtad. Y por encima de todo, firmeza absoluta en la condena de toda actitud infame. Al final, el mal se apodera siempre de quien no lo combate con la Verdad de Cristo.

"Enséñanos lo que valen nuestros días, para que adquiramos un corazón sensato."  (Sal 90, 12)

FELIZ NAVIDAD 2015

Luis Carlón Sjovall
Presidente ACT Fernando III el Santo


Viaje a Sevilla 2015


Monumento a San Fernando en la Plaza Nueva de Sevilla
Como cada veintitrés de noviembre, una delegación de nuestra Asociación estuvo presente en tierras del viejo Reino de Sevilla conmemorando la Reconquista cristiana de su territorio por el Rey San Fernando de Castilla y de León en el año 1248.

Lectura del manifiesto a cargo del presidente de la ACT Fernando III el santo
Desde la A.C.T. Fernando III el Santo siempre hemos abogado por un mayor compromiso del pueblo español en la defensa de su patrimonio histórico y cultural. Esto en buena parte debe llevarse a cabo por medio de las asociaciones culturales de índole identitario, y como ejemplo de cómo deben hacerse las cosas, está el nos que ofrecen nuestros buenos amigos de la Asociación Cultural Fernando III de Sevilla, que con muy buena organización lleva años organizando actos de categoría en fechas simbólicas. Este año no fue diferente, y se reedito la antorchada con éxito en la Plaza Nueva junto al monumento a Fernando III el Santo el sábado 21 de noviembre. Con la presencia de numerosos público y de representantes de diferentes asociaciones de diferentes lugares de España como la A.C. Aspa de Albacete o A.J. Gran Capitán de Córdoba, se leyó un comunicado recordando la situación actual de España -con especial énfasis en el creciente peligro que representa el islamismo yihadista para una sociedad carente de valores-, además de colocar una corona de laurel junto al monumento al Santo Rey libertador y cerrando el acto con la lectura del tradicional manifiesto a cargo del presidente de nuestra Asociación.

Manifiesto 23 de noviembre
Libertó Dios a Sevilla del mahometano por medio del justo y santo Rey don Fernando III, año de 1248

Finalmente, el lunes 23 de noviembre, festividad de San Clemente, estuvimos presentes en la Santa Iglesia Catedral de Sevilla participando de los actos litúrgicos que desde tiempos del propio Rey San Fernando se celebran en la Seo sevillana. 





VIVA SAN FERNANDO!!!

La Cruz de la Mata de los Carlistas


Cruz de la Mata de los Carlistas
  Pongámonos en situación: año de Gracia de 1837, transcurría el quinto de la denominada "Primera Guerra Carlista" en España, y la situación sin duda no era la mejor para el valiente ejército legitimista carlista. La muerte del general Zumalacárregui en 1835, añadida a la constante ayuda militar y económica proporcionada por Gran Bretaña y Francia a las huestes del bando “cristino” liberal habían debilitado notablemente las posibilidades de victoria de los leales al rey Don Carlos. Aún así, los ejércitos carlistas, a sabiendas de ser los portadores de la legitimidad, de tener el apoyo del noble pueblo, y de la miseria que le esperaba a la Patria en caso de derrota, mantenía la moral intacta aunque ya más que como un ejército, sus huestes funcionaban en la mayoría de los casos como partidas de guerrilleros subordinadas al mando de mayor graduación que se mantuviese en cada partida.

  Así, ocurrió que una de estas partidas carlistas que se encontraba combatiendo en la zona norte de Palencia, se instaló en un paraje conocido por entonces como “La Manguilla”, sito en la pequeña localidad de Ayuela de Valdavia. Este lugar, a apenas un kilómetro de dicha localidad, y a unos cinco de Buenavista -la cabeza de la comarca-, era idóneo como refugio; pues además de la cercanía a dichos pueblos -la población de la zona ayudaba en lo que podía a los legitimistas-, se trataba de un amplio cerro constituido por una frondosa mata de roble, cercano al río Avión, y con una importante vista sobre la comarca desde el “Cabezo Alto”, que con sus 1047 metros de altura, corona la mata.

  Allí se mantuvo la partida durante un tiempo esperando órdenes, al mando del capitán Portillo, cuando una noche -finalizando ya el verano- fueron localizados y rodeados por un batallón mucho más numeroso de tropas enemigas. Los “jacobinos”, fieles a su estilo, no se detuvieron en su afán criminal hasta matar al último de los carlistas, aunque milagrosamente, dos de los hombres consiguieron sobrevivir a la masacre de la hoy llamada “Mata de los Carlistas”. Uno de los que consiguieron escapar fue el propio capitán Portillo, quien malherido consiguió atravesar el río Avión, y refugiarse en otra mata, donde desgraciadamente fue localizado al día siguiente y fusilado allí mismo, en un paraje que hoy se llama “Mata Portillo”. El otro fue un joven carlista, que consiguió llegar hasta Ayuela, donde un pastor lo llevó hasta su casa, cediéndole sus ropas para que pudiese escapar; se desconoce el nombre y el destino del joven superviviente, aunque se cree que pudo unirse a alguna de la partidas que aún quedaban en pié por tierras leonesas..

  La guerra terminó, con la consabida victoria de los “cristinos”, y aunque España con ello se adentró de lleno en las ideas “ilustradas” extranjerizantes que aún hoy padecemos, lo sucedido en Ayuela no se olvidó. Así, sabemos que al poco tiempo de la masacre se forjó una cruz en el lugar como recuerdo a los valerosos hombres que allí dejaron la vida luchando por Dios, la Patria y el Rey; y que esa cruz se mantuvo firme hasta hace pocas décadas mantenida por gentes anónimas de Ayuela. La pérdida de identidad y sentido del deber que hemos padecido desde hace ya demasiado tiempo en España, lograron que poco a poco la cruz, y con ella el recuerdo de lo allí sucedido se acabase olvidando, no solo físicamente, sino incluso en la memoria del pueblo.

  El recuerdo de lo sucedido, y la lealtad a quienes lucharon por la verdad, no debe ser olvidado, pues es el fértil abono en que se arraiga la tradición y la dignidad de un pueblo. Por ello, y tras pedir los preceptivos permisos, desde la A.C.T. Fernando III el Santo de Palencia entendimos que la cruz de la “Mata de los Carlistas” debía reponerse; y así lo hemos hecho recientemente, intentando ser lo más fieles posibles a la medida, forma, consistencia y lugar que los viejos escritos, así como los ancianos de la zona nos indicaron. No quedará aquí la cosa, pues en breve, coincidiendo con la “Festividad de los Mártires de la Tradición”, pretendemos colocar una placa en el lugar recordando lo allí ocurrido, así como realizar un homenaje anual en el lugar a quienes en el lejano año de 1837, entregaron su vida por Dios, la Patria y el Rey.

10/12/2015
Luis Carlón Sjovall
Presidente ACT Fernando III el Santo